Vayamos al punto de partida de que, en mi opinión, el proyecto Escuela 2.0 (o aquí, en Euskadi, Eskola 2.0), no se ha llevado a cabo del modo adecuado, porque no tiene en cuenta las necesidades y realidades de cada centro. Los principales puntos de dicho "proyecto", o al menos los más conocidos, son los famosos "miniportátiles" (unos netbooks sencillitos y de color verde) que se entregan a cada alumno de 5º de primaria del centro, y una subvención del 80% de la compra de una pizarra digital con unas características que vienen fijadas por la propia normativa (hablo de lo concerniente a la enseñanza concertada).
En el último estudio PISA sobre la educación subraya que los países en los que las escuelas gozan de más autonomía tienen un mejor desempeño. Vamos, lo que en palabras llanas viene a decir que en general, se sabe mejor lo las escuelas necesitan en las propias escuelas, y no en los despachos ni en las comisiones políticas. Eso no quiere decir que el Gobierno no se tenga que preocupar de la educación, sino que debe atender a las necesidades reales de los centros educativos, teniendo en cuenta que las necesidades de cada centro serán distintas. Y ahí es donde va mi crítica.
El hecho de que lleguen 80 equipos nuevos a un centro no es algo trivial. Hace falta una infraestructura de red que permita conectarlos, unas instalaciones eléctricas que no ardan al conectar todos los cargadores a la vez, una planificación, metodología y materiales que permitan usar esos ordenadores en el aula, etc.
Por otro lado, si se analiza el software que viene preinstalado en los equipos, se puede ver una cosa bastante curiosa: los equipos entregados a los centros concertados tienen dos particiones, una con el sistema operativo Windows, y otra con GNU/Linux. Lo curioso es que ambas particiones tienen instalado el mismo software (al menos los entregados el curso pasado): 7-zip, Avidemux, GCompris, Firefox, Scratch, Scribus, Tux Math, Tux Paint, Tux Typing, VLC, Audacity, Java con JClick y OpenOffice.org. En ambas, el mismo software (excepto que, en Windows, viene también el antivirus Avira). Mi pregunta es, ¿para qué ambos sistemas operativos? ¿Tiene algún sentido tener que pagar las licencias de Windows y el correspondiente antivirus, en un momento de crisis económica y recortes, cuando no tiene ningún tipo de valor añadido con respecto a la partición con GNU/Linux? Y el que los alumnos utilicen Windows en su casa no es algo válido, porque actualmente, el escritorio que utiliza Ubuntu, la distribución de GNU/Linux incluida, tiene un sistema de uso igual de sencillo que Windows, en lo que a uso "normal" se refiere.
Junto con estas cosas, y aquí está ya mi opinión personal, soy muy crítico con la sostenibilidad de este proyecto. Si bien en épocas de bonanza económica no veo descabellado que se proporcione un ordenador a cada escolar (si no hay nada mejor en lo que gastar el dinero, claro), ¿es realmente sostenible en el tiempo esta inversión? En algunas comunidades autónomas es está escuchando ya que este, y los próximos cursos, no habrá ordenadores para todos (perdón por no incluir fuente, lo he escuchado esta mañana en el telediario). Es decir, una vez que los profesores se hayan conseguido adaptar a la nueva metodología, hayan preparado materiales, los hayan aprendido a utilizar, etc., ¿se les dirá que no, que a partir del siguiente curso ya no, y que mejor vuelvan a su metodología tradicional? Últimamente los docentes están desbordados con burocracia, planes de convivencia, implantación de sistemas de calidad, protección de datos (la mayor parte cosas necesarias, no lo vamos a negar)... ¿y encima, el tiempo que usen en adaptarse al uso de estos portátiles, no tiene garantizada una sostenibilidad en el tiempo?
Y otra pregunta... ¿y si a algún alumno se le rompe su ordenador? Porque ordenadores de repuesto no hay (bueno, sí, los de los profesores, que al final no hay más remedio que usarlos como repuestos). Sí, hay un servicio técnico que viene, lo recoge, lo arregla, etc., e incluso lo cambian, pero no es algo instantáneo. Pueden pasar algunos días desde que se da el aviso hasta que el centro tiene el reemplazo. ¿Qué hace ese alumno mientras sus compañeros utilizan el ordenador?
En mi opinión, y ahora por aportar, y no sólo criticar, esta iniciativa debería de haberse realizado de otro modo. Me parece bien que se quiera dotar a los centros de equipamiento informático, pero lo lógico es no empezar la casa por el tejado, y dejar que cada centro haga un análisis de su situación y sus necesidades. Una vez realizado dicho análisis, con los criterios que se estime oportuno (número de alumnos en 5º de primaria como ahora, o lo que se decida como baremo), según la partida presupuestaria destinada a tal efecto, se asigna una subvención a cada centro, que presenta su proyecto para ese año, recibe la subvención si el proyecto se considera adecuado, se ejecutan las acciones proyectadas, y se justifican los gastos.
Esto vende menos a nivel político que decir a cada familia que se ha "regalado" a sus niños un ordenador para el colegio, pero es, a mi entender, mucho más acertado, y es algo que realmente puede redundar en una mejora del nivel educativo, al dotar a cada centro de los medios que cree que necesita para desarrollar una labor que, no olvidemos, no se desarrolla en los gobiernos y en las sedes de los partidos políticos, sino aquí, en los colegios, en nuestra labor docente, y en el día a día. Más que vender humo, deberíamos centrarnos en las acciones que realmente son necesarias para formar a las personas que son el futuro de nuestra sociedad.
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